Miradores de la Garrotxa

Sierras, llanuras, valles, volcanes… Una buena manera de contemplar la geografía de la zona es ascender a las cimas que nos ofrecen la mejor perspectiva de la Garrotxa.

Las características orográficas de la comarca hacen que no sean pocos los puntos que nos obsequien, a menudo después de una buena caminata, con unas vistas singulares de los principales accidentes geográficos de la Garrotxa y su entorno. Desde sus cimas más emblemáticas, hasta los principales valles que la recorren de norte a sur y de este a oeste. Así pues, esta ruta nos llevará a 14 lugares impregnados de historia desde donde podremos contemplar la Garrotxa y de su entorno desde todas las perspectivas.

La comarca de la Garrotxa está ubicada al norte de Cataluña, en la cuenca alta del río Fluvià, justo en las cabeceras de La Muga y las rieras de Amer y de Llémena. Limita al norte con el Vallespir; al este, con el Alt Empordà, el Pla de l’Estany y el Gironès; al sur, con la Selva y Osona y, al oeste, con el Ripollès.

La Garrotxa presenta una singularidad geográfica única en Cataluña, ya que está claramente dividida en dos zonas: la mitad sur y la mitad norte, conocida como la Alta Garrotxa.

La mitad sur de la comarca, ubicada dentro de la Serralada Transversal, presenta una geografía marcada claramente por la presencia de 40 conos volcánicos y varias coladas de lava, formando un paisaje suave y sin grandes desniveles. En el año 1985, este espacio fue declarado Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. Olot y Santa Pau son los municipios que atesoran más formaciones volcánicas. Casi todos los volcanes se encuentran en estos dos municipios, aunque las principales coladas de lava las podemos observar en Sant Joan les Fonts o en Castellfollit de la Roca. Concretamente, en el municipio de Sant Joan les Fonts, podemos observar 10 volcanes y varias coladas de lava de gran interés geológico. Una de las más importantes es el conjunto formado por Molí Fondo y el Boscarró, un espacio único en la península, donde se pueden ver tres coladas de lava de diferentes años, superpuestas en un mismo espacio. Esto se da porque la lava, en su día, fluyó por los valles del Fluvià y el Turonell.

Olot tiene cuatro volcanes dentro de su término. El último que se formó, el Montsacopa, sobresale justo en medio de la ciudad. Cerca de su cráter está la capilla de Sant Francesc, desde donde se puede disfrutar de una panorámica de toda la ciudad, desde los volcanes Bisaroques y Montolivet, hasta las sierras y los valles que rodean la plana de Olot, así como también varias cimas de los Pirineos y el Canigó. Otro lugar desde donde contemplar la plana de Olot y los varios volcanes que la forman, es la cima del Puig Rodó, en el término municipal de Les Preses, situado en la sierra del Corb, a 909 metros sobre el nivel del mar y desde donde también se puede ver la bahía de Roses y varias cimas de los Pirineos.

Un claro exponente del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa es el riscal basáltico sobre el cual se encuentra el pueblo de Castellfolllit de la Roca. Este riscal es la consecuencia de la acción erosiva de los ríos Fluvià y Turonell sobre los restos volcánicos de hace miles de años. El riscal es por si solo de una belleza y singularidad geológica extraordinarias, pero desde su extremo, en la plaza Josep Pla, también constituye un mirador natural desde donde observar las montañas de la Alta Garrotxa y el valle del Fluvià, en su camino hacia el mar.

El río Fluvià nace en la sierra del Collsacabra, a 920 m de altitud, y desemboca en el mar a través de las marismas conocidas como Aiguamolls de l’Empordà, cerca de Sant Pere Pescador. Recoge las aguas de la Serralada Transversal, al sur, y de la Alta Garrotxa, al norte, y tiene un recorrido de casi 100 kilómetros. La Vall del Fluvià integra municipios de la Garrotxa como: Sant Joan les Fonts, Sant Jaume de Llierca, Argelaguer, Sant Ferriol, Beuda, Maià de Montcal y Besalú, que incluyen varios miradores de nuestra ruta y desde los cuales se puede disfrutar de magníficas panorámicas de todo el valle del Fluvià y de otras zonas geográficas.

Dentro del término municipal de Argelaguer, están los restos del castillo de Montpalau y la ermita de Santa Magdalena, de los cuales solo queda una parte de la torre de vigilancia. En Maià de Montcal, encima de una pequeña altiplanicie, está la iglesia de Santa Maria de Jonqueres, que curiosamente también es conocida como Santa Magdalena, desde donde se puede contemplar la llanura del Empordà, la bahía de Roses y una parte del cabo de Creus. El último mirador de este recorrido por el valle del Fluvià es el santuario de Sant Ferriol, a 366 m de altitud.

En el sur de la Garrotxa también encontramos los valles de Hostoles y La Vall d’en Bas. El primero integra los municipios de Sant Feliu de Pallerols y Les Planes d’Hostoles. El segundo dio nombre al municipio donde se encuentra, formado por varios núcleos, y se caracteriza por ser el valle más extenso y fértil de toda Cataluña. Dentro del término municipal de La Vall d’en Bas encontramos la sierra de la Guàrdia – con el Puigsacalm como cima más alta, con 1.513 m – y parte del Collsacabra que, junto con Les Planes d’Hostoles, Sant Feliu de Pallerols y otros municipios de Osona y la Selva, forman la subcomarca del Cabrerès. Es precisamente en este lugar donde se sitúa uno de los santuarios más conocidos de la Garrotxa, el santuario de La Font de la Salut, un auténtico balcón con vistas al valle de Hostoles, a La Vall d’en Bas, al Canigó y a la Alta Garrotxa.

El valle de Llémena, a caballo entre las comarcas del Gironès y la Garrotxa, se encuentra entre los valles del Fluvià y de Hostoles. Es uno de los lugares naturales más bien conservados y sigue la cuenca fluvial de la riera de Llémena. Delimita al oeste con la sierra de Finestres, límite natural entre el municipio de Sant Aniol de Finestres, situado al sur de la sierra, y los municipios de Santa Pau y Mieres, situados al norte y al noreste. La sierra de Finestres se alza imponente en el centro de la comarca y acoge uno de los miradores de nuestra ruta: el castillo de Finestres, a 960 metros de altitud sobre el nivel del mar y muy cerca de la ermita de Santa Maria de Finestres. Desde la colina del castillo se domina el pueblo de Santa Pau, los Pirineos, el valle de Llémena y la plana del Empordà. Si el día es mínimamente claro, también se observa el golfo de Roses y el mar Mediterráneo. Eso sí, es un lugar poco recomendable para los que tengan miedo a las alturas, ya que solo se llega a pie por caminos bastante empinados.

La Alta Garrotxa
La Alta Garrotxa es un Espacio de Interés Natural Protegido. Presenta una geografía contrapuesta, con un predominio de los valles profundos, rodeados de riscos y paredes de roca. Es una zona cubierta de una gran masa forestal, dominada por encinares y robledos. La red fluvial de la Alta Garrotxa abarca la cabecera de La Muga y los afluentes del margen izquierdo del Fluvià (cuencas del Llierca y del Borró). El valle del Llierca es la principal vía de entrada en la zona de la Alta Garrotxa. Este río nace en Sant Pau de Segúries, en la comarca del Ripollès, cerca del Capsacosta, y transcurre todo el valle del Bac y, después, el valle de Oix. El río Llierca sirve como límite natural de las poblaciones de Tortellà, Montagut i Oix y Sales de Llierca. Montagut i Oix es uno de los pueblos más extensos de la Garrotxa y el que abasta la mayor parte de lo que se considera Alta Garrotxa. Dentro del vecindario del Cós, y más concretamente en la iglesia de la Mare de Déu del Cós, encontramos un magnífico mirador. Desde allí, al norte, se puede observar el valle del río Llierca; al noreste, el santuario del Mont; al sur, el valle del río Fluvià, la sierra del Puigsacalm y el santuario de Cabrera y al suroeste, el santuario del Far.

Al este del valle del Llierca está el municipio de La Vall de Bianya, que engloba el valle que le da el nombre y el del Bac. En el sur de este municipio encontramos la sierra de Sant Miquel del Mont, que separa los valles de Olot y Bianya, y ofrece una amplia panorámica de la Alta Garrotxa y la Serralada Transversal, desde el Puig de Bassegoda hasta el santuario del Mont.
Dentro de los límites de la Alta Garrotxa destaca también la sierra del Mont, que se alza entre las cuencas de La Muga, al norte, y el Fluvià, al sur. En la falda de esta sierra, formada por un bloque de piedras calcáreas, está el municipio de Beuda, que acoge otro de los puntos de nuestra ruta: la iglesia de Sant Miquel de Coma-de-roure. Situada en un pequeño collado entre el valle de Borró y el Clot d’Espinau, domina las vistas del santuario de la Mare de Déu del Mont, la cuenca del río Fluvià y los valles de Olot, el Collsacabra y hasta el Pla de l’Estany.

Una parte de la Alta Garrotxa que también está incluida en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa es la comprendida dentro del municipio de Sant Joan les Fonts, que incluye dos miradores de nuestra ruta. Uno de ellos lo encontramos en la Torre de Canadell, una antigua torre construida en el contexto de las guerras carlistas. El mirador, orientado al sur, permite observar toda la plana de la Garrotxa hasta Besalú, la plana de Begudà, la zona de La Vall de Bianya y Castellar de la Muntanya. Asimismo, permite hacer una amplia panorámica de las montañas del entorno: Mare de Déu del Mont, Alta Garrotxa y el Pirineo de Girona.

El otro mirador está en el cráter del volcán de Aiguanegra, un lugar privilegiado desde donde se observa la Alta Garrotxa y el Canigó, las cimas de los Pirineos del Ripollès, La Vall de Bianya y el Puigsacalm.

La singular geografía y geología de la Garrotxa, con estos contrastes de valles llanos y fértiles con las sierras que la rodean y atraviesan, permiten que desde una gran cantidad de lugares diferentes podamos observar la magnificencia de esta comarca singular y su entorno más inmediato, desde los Pirineos hasta el mar Mediterráneo.

El nombre de “Garrotxa” proviene de las breñas (del catalán, garrotxes) que son las “Tierras quebradas entre peñas y pobladas de maleza”. La comarca toma el nombre de esta palabra ya que su relieve es montañoso, marcado por valles profundos rodeados de riscos y paredes de roca, con increíbles parajes como los que se encuentran en la Alta Garrotxa y en la zona volcánica de Olot.

Recomendación: Que recorras uno de los seis itinerarios pedestres que transcurren por los rincones más espectaculares de la Alta Garrotxa. Todos ellos se encuentran señalizados y se pueden seguir fácilmente con la ayuda de folletos informativos. Desde estos itinerarios se puede acceder a pie a otros caminos de la Garrotxa, el Ripollès o el Alt Empordà, a través de la red de senderos de Itinerànnia.

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MUNICIPIS DE LA PROPOSTA:
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