Iglesia de Sant Martí de Capsec

Desde la rotonda de La Canya, cogemos la carretera dirección Ripoll, cuando llegamos a Llocalou giramos a la derecha y después de aproximadamente un kilómetro, travesamos la riera de Bianya. Después tenemos que girar a la izquierda; un kilómetro más adelante volveremos a girar a la derecha y tendremos que seguir el camino que conduce al norte, que nos llevará a la iglesia. Hay que señalar que la carretera es estrecha en muchos tramos. Situada en un pequeño valle de la vertiente meridional de la sierra de Malforat, a la izquierda del torrente de Capsec, afluente de la riera de Bianya, encontramos la iglesia de Sant Martí de Capsec. La mención más antigua de esta iglesia es del año 1017, en una bula de confirmación de bienes otorgada por el papa Benedicto VIII a favor del monasterio de Sant Pere de Camprodon. La iglesia de Sant Martí de Capsec es un edificio que presenta muchos interrogantes a nivel arquitectónico, y su estado actual no nos permite esclarecerlos. El interior está totalmente ornamentado, lo que no facilita leer las estructuras ni saber qué reformas se llevaron a cabo. Es una iglesia de una sola nave, con una cubierta de bóveda de cañón, hoy deformada por la aplicación de unos falsos nervios que dibujan bóvedas de crucería en cada uno de los tramos que definen tres arcos torales apuntados que refuerzan la bóveda. Junto al ábside semicircular, se abren dos capillas en ambos lados, entre los arcos torales, excepto el tramo de poniente de la nave, que no fue ampliado lateralmente, y donde se abre la puerta en la fachada de mediodía. Esta puerta está cubierta con un dintel de piedra y tímpano liso, ligeramente refundidos en el arco de descarga, en una interpretación bastante primitiva y arcaica de lo que son los portales de la Garrotxa del siglo XII. Sobre la fachada de poniente está el campanario, esbelto, en forma de torre de planta cuadrada con dos pisos de ventanas, dos para cada fachada. Uno de los principales interrogantes es la cabecera, que en el lado de tramontana del ábside presenta un absidiolo que no es accesible desde el interior y que seguramente tenía otro simétrico al lado de mediodía, sustituido por la sacristía actual. En esta pequeña iglesia, también se conserva una pila bautismal románica de forma ovoide y con un corte en la parte inferior, paralelo al de la boca que le sirve de base. También encontramos una pila de agua bendita de forma semiesférica abierta por la parte superior, y en la parte exterior, una decoración esculpida en relieve muy liso.