La ermita de Santa Margarida de Sacot se encuentra en el fondo del cráter del volcán que lleva su nombre, uno de los más importantes, conocidos y visitados del Parque Natural de la Zona volcánica de la Garrotxa, lo que convierte a la ermita en una de las más singulares del país. Originariamente el templo era de estilo románico, pero fue destruido por los terremotos del siglo XV. La tradición sitúa el origen de su culto en el encuentro de la imagen de la virgen en el cráter del volcán.En el año 1865 se reedificó con estilo sencillo, de una sola nave, conservando el ábside y un pequeño porche de la ermita románica original. También se conservó la imagen de la virgen, que data del siglo XIV. En la ermita hay una reproducción realizada a mediados del siglo XX; la imagen original se encuentra en el Museo Diocesano de Girona.Para acceder a la ermita, deberemos dejar el coche en el aparcamiento habilitado y hacer una caminata de unos 20 minutos en la que subiremos al volcán y bajaremos dentro del cráter hasta la ermita. El camino, aunque es bastante empinado, es asequible.